Ver el sinsentido de la vida para darle sentido


Del libro: "Hombres sin Voluntad o ¿Voluntad Robada?"



Capitulo III

Ver el sinsentido de la vida para darle sentido

El miedo y la mentira es lo que mueve al hombre en cada paso que da, y siempre pasa inadvertido de ello. Si el hombre busca seguridad en la vida, es por miedo a la vida, y su seguridad la sustenta en cosas como el dinero, el trabajo, profesión etcétera. Pero aparte de ello,  también busca seguridad para después de muerto; pues teme al infierno…  y cada cual obviamente, quiere llegar a Dios… No dándose cuenta el hombre que su vida la pasa bajo un infierno de miedo; y eso es lo que construye y deja a su paso por este mundo. Y aunque se sabe de sobra que en algún momento se tiene que morir, se vive temiendo a la muerte, pero en  su vida incoherente,  no se percata que solo malvive de la manera más rápida y necia de morirse más pronto.






Refugiado, y sintiéndose seguro de alcanzar el cielo, vive el hombre dentro de alguna creencia. Y utilizando la creencia como una cubierta,  no tiene ojos para ver en lo que dichas creencias  han convertido a la tierra.  (Las creencias crean las divisiones)                                                                                                                  
Vive el hombre muy atento buscando “la verdad,” cuando ni siquiera se da cuenta que el mismo es un fardo de mentiras. Mentiras que son creencias, creencias que se toman como verdad, y como tal… él cree que está vivo, mas no se da cuenta que está viviendo en la muerte.
La muerte es la mentira; la vida es la verdad. En la verdad no hay opuestos; la mentira los crea.
Porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias; antes bien se  ofuscaron en sus vanas imaginaciones, y su necio corazón fue  entenebrecido.  Profesando ser sabios, se hicieron necios,  y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza a imagen de hombre corruptible, Romanos 1:21-25
Ahora bien. Se busca a Dios como un refugio para sanar nuestro miedo a la muerte, más nunca se vive haciendo su voluntad, sino siempre queremos hacer la nuestra. Por esa simple razón, siempre se teme a morir; y todo, por no ser capaces de negarse a sí mismos, muriendo  para los placeres temporales del mundo.
Quien muere para las cosas vanas del mundo, vence a la muerte… deshace la mentira… y se funde en la verdad…





El hombre nada sabe de lo que sucede más allá de la muerte. Por ello en su vida sea como esta sea, no es del todo feliz.  Pero se esfuerza éste en vivir la apariencia de serlo. Está con esa incertidumbre porque nadie le puede explicar o informar de esa realidad que se deberá afrontar en algún momento dado. Mas no se da cuenta el hombre que en su manera inconsciente de vivir… ya está muerto. Muerto en lo falso de su propia mentira, muerto en sus miedos que adulteran la verdad. Pero el hombre, vegeta siempre buscando llenarse  de las vanidades del mundo porque le hacen creer que está vivo.
Ahora te digo…así como cuando llegas a tu hogar en una noche de invierno, o  un día lluvioso o con bastante calor y te refugias en él; así es Dios. Él es nuestro refugio y abrigo eterno que lo contiene todo. Pero si lo buscas a través del miedo y la necesidad, y no desde la certeza y libertad; estarás viviendo una mentira de Dios. Y ese Dios que buscas a través de esos medios, te estará llenando de incertidumbre siempre, porque estarás lleno de un dios falso. Es decir, vivirás siempre solo de expectativas.
Pero si logras tomar en cuenta que aquello, lo cual proyectas y contemplas en la vida eres tú mismo; existe la posibilidad de liberarte de ese falso dios. Es decir, liberarte de las  creaciones mentales formadas por tu ego. Y así, te estarás liberando de ti, en ti mismo.
Y es que el dios que tú imaginas, es un dios de mentiras –y lo escribo con d minúscula- ¿Por qué? Por lo mismo, es un dios imaginado. Es un dios que los creyentes religiosos diseñaron para que tú le veneres, como a cualquier personaje muy importante, que te ha sido trasmitido de generaciones tras generaciones, pero que tú, no lo conoces. Es a un dios falso al cual rindes culto, porque ni siquiera sabes a quien se lo rindes. Solo lo imaginas… y cualquier imagen, es tan efímera como lo es tu cuerpo, o la vida misma que la pasas en la inconciencia. Vida que vives sin vivirla, porque está llena del mundo, pero vacía de la inteligencia perfecta porque está vacía de ti.
Las plegarias que diriges y le agradan a ese falso dios, son tus conductas desordenadas. Las mentiras y emociones son el fuego apagado con el que lo alimentas. Ese es al dios que sirves, es decir, en verdad sirves a tu ego; el cual te exige su seguridad por miedo. Pero también te pide el placer de la carne porque no piensa en morir… pero teme a la muerte. Y por miedo a la muerte, busca seguridad y confort dentro de cualquier creencia religiosa, porque también… él quiere llegar a Dios para vivir eternamente. Pero lo que él no sabe - por ser ciego e ignorante- es que éste existe  solo en tu imaginación…







Ese ego que controla tus impulsos, es el espíritu falso que mueve tu vida a través de las emociones, es quien te hace vivir una existencia fantasiosa.
Él, que sientes y crees que eres tú mismo, se emociona sobremanera cuando es halagado, pero se enfurece cuando se siente ofendido. Él se refugia en la obscura caverna de la mentira, por eso es ciego e ignorante, pero es astuto… y te hace creer que el mismo es la luz. Y es que el mismo teme a la luz, porque  en la luz no puede vivir. La luz es lo nuevo de cada instante, es la claridad para ver y saber comprender. Y este, es un lugar que desconoce el ego, el solo está adaptado a lo que conoce. El solo conoce la obscuridad. Es decir, está acostumbrado a una sola cosa, un solo sitio del cual no quiere salir, le fascina siempre lo mismo  -es tu propia zona de confort- y sin salir de la obscuridad, quiere encontrar la luz.
El verdadero espíritu representa la luz. Porque la luz, ilumina cualquier laberinto obscuro del entendimiento y el discernimiento humano,  haciéndonos ver la realidad, y no las interpretaciones de la mente controlada por el ego.
El verdadero espíritu no opera en ti, porque el sistema social creado por el ego, te lo aprisionó entre las cosas corruptibles del mundo, haciéndote vivir solo en una ilusión temporal fabricada por el mismo. Deberás ahora hacerte consciente de ello, para que puedas convertirte en aquel Lázaro que es resucitado y sacado de su tumba. Y luego, es liberado de su atuendo mortuorio que cubría su cuerpo, y lo mantenía en estado de putrefacción. Y una vez liberado, quedar libre de esa falsa envoltura que tú crees que eres.











Corta toda imaginación fantasiosa, ya que eso es lo que te envuelve de día y te cubre de noche en tus sueños nocturnos. Comienza a vivir en la realidad viva de cada instante eterno.

Reflexiona ahora: Si tienes 20, 40, o 60 años, te puedes dar cuenta por ti mismo, -en el momento que tomas conciencia- que esos años que dices tener, son los que ya no tienes; sin embargo, tú te sientes igual que siempre. Pero… ¿Qué pasó con tantos años? Sabes que ya viviste esos años sin sentir, y si continúas viviendo de la misma manera, se te irán otros tantos, y si se te pasa la vida igual que siempre…  nunca exististe.

Capitulo III
Del libro:
Hombres sin Voluntad o ¿Voluntad Robada?
Autor: Miguel Ángel Zamora




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